No sé si será vuestro
caso, pero en mi familia hay cosas que no cambian y eso me encanta. Pasan los
años, las condiciones no son iguales, pero ante todo la esencia siempre
permanece intacta.
La “temporada” de
tradiciones empieza en el invierno. ¿A
quién no le gusta disfrutar de un viaje en familia divertido y en la nieve?
Gracias a los padres tan aventureros que tengo, cada año disfrutamos de una
semana blanca.
No sólo se trata de una
semana, es mucho más que eso, todo empieza desde la elección de fechas, la
elección del destino y por supuesto la caza de la mejor oferta. Unos días antes
de empezar nuestra semana, estamos liadísimos con los preparativos y tras las innumerables
anécdotas de cada año queda el anhelo de volver el año siguiente.
Otro plan que se repite
siempre es el campamento de verano. En esta ocasión disfrutamos, tanto mi
hermana como yo, de nuestros amigos; por otro lado mis padres disfrutan de un
descanso en las tierras cercanas a las que acampamos.
Junto con el G. S.
Azahar nos recorremos la península ibérica, siempre con la esperanza de algún
día conquistar pueblos del extranjero. En esta ocasión disfrutamos de 15 días
rodeados de naturaleza, 15 días de desconexión total del día a día, 15 días
dedicados a aventuras imposibles en nuestra estresada vida.
El fin de verano y las
vueltas al cole nunca fueron bien, pero si tienes la gran suerte de vivir en
una ciudad donde las fiestas se celebran en septiembre, el mal trago se pasa
mucho mejor. Las mujeres salen a las calles para tener la fachada bien limpia
para la Virgen y la música de los bailes resuenan en cada esquina.
Cada 7 y 8 de septiembre
es el reencuentro oficial con tus amigos tras un largo verano y como no, las
calles y plazas de Algemesí son el escenario de una tradición de siete siglos
de antigüedad. Tras poco más de una semana de descanso y preparativos, llega el
inicio de la semana de toros de Algemesí que todos aquellos amantes del mundo
del toro han estado esperando desde la última corrida del año anterior.
Por último la gran
tradición que se acerca en estas fechas, la Navidad. Esa época del año que cada
familia del mundo celebra de manera diferente, pero que en cada rincón se
respira el mismo ambiente. Las familias se reúnen, se celebran las
tradicionales cenas de navidad y surgen un millón de planes que quedarán
intactos hasta el año siguiente.
Tradiciones que todos
perdemos y que nunca, nunca, NUNCA deberíamos perder.
Sailorcloth
Envidiable verano y fantásticas fiestas. Doy fe porque las conozco. Y sí, las grandes tradiciones, las que de verdad importan, no deberían perderse nunca.
ResponderEliminar