Esta otra foto es también al
igual que la anterior, una espontánea que hice yendo por la carretera dirección
Cuenca (se puede ver el retrovisor del coche) y es que me gustó tanto el color
del cielo que no pude evitar inmortalizarlo, y
claramente la hice así como me salió, pero cada vez que la veo me
acuerdo de ese trayecto porque iba en el coche con unos amigos y íbamos hablando de lo bonito que era el momento.
La he
elegido por los contrastes del oscuro de la carretera y los tonos rojizos del
cielo causados por el ocaso del sol al atardecer cuando faltan minutos para que
anochezca, me viene a la mente las típicas manchas de pintura antes de empezar a pintar
un cuadro que todavía no sabes exactamente qué y cómo lo vas a pintar y que
colores van a ser los que definan la obra, pero que son los que al final te
inspiran para empezar.
Imlovingit.
No me gusta viajar la noche, pero reconozco que los atardeceres en ellos, en ocasiones, son espectaculares. Unos colores impresionantes.
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