martes, 23 de diciembre de 2014

Magisterio y sus continuas críticas

Hoy en día y desde hace muchos años, la carrera de magisterio recibe muchas críticas por ser demasiado fácil. Los estudiantes de la misma defienden que no es tan fácil y que la estudian porque les gusta, ya que si no, nuestros futuros hijos no podrían disfrutar de una educación.

Hay carreras y carreras, para gustos, colores. Algunas, como arquitectura y medicina, son  muy vocacionales, para estudiarlas has de tener muy claro que te gustan, puesto que son duras. Pero, ¿por qué son tan duras? De todos los estudiantes que entran el primer año, muchos abandonan conforme van pasando los años porque, o bien no les gusta lo que estudian, o bien no llegan, no pueden soportar la presión que suponen. Esto es así y no puede ser de otra manera, ya que tanto un arquitecto como un médico necesitan estar muy bien formados y ser conscientes a la hora de empezar a trabajar de lo que ambos títulos suponen, puesto que ponen en juego la vida de muchas personas. Un arquitecto no pude permitirse que un edificio se derrumbe, ya que provocaría muchas muertes; de la misma manera que un médico no puede operar sin tener claro lo que debe hacer, de ser así, podría acabar con la vida de sus pacientes.

Magisterio, al fin y al cabo, es igual de vocacional. Los profesores de infantil y primaria son los que se ocupan de la educación de los niños: los futuros arquitectos, ingenieros, médicos, etc. Es muy importante que estén bien formados. Para ello, no puede ser una carrera que pueda acabar cualquiera; simplemente los buenos profesores, gente con bases de todo, que sepa escribir y expresarse bien (esto os parecerá ridículo porque es lo primordial en un profesor, no tener faltas de ortografía, pero muchos las tienen, algo completamente inaceptable), que sepa tratar con los niños, que sepa enseñarles y, lo más importante, que haya conseguido el título por su empeño y esfuerzo, habiéndose quedado muchos de sus compañeros por el camino.

En definitiva, únicamente pueden permitirse acabar la carrera aquellos que estén dispuestos a dedicar su vida a los niños, aquellos que hayan superado todas las pruebas con esfuerzo porque realmente querían lograr su objetivo, dedicarse a la educación.

Vive la vida

1 comentario:

  1. Siento una profundísima admiración por aquellos que deciden dedicar su vida a los profesores de colegios e institutos. Eso es vocación de verdad. Y quien diga lo contrario es porque no sabe lo que significa su labor, ni lo que supone entrar en un aula. Se necesita una buena dosis de entrega para hacer este trabajo. Supongo que lo habrás leído, pero añado esto: http://www.huffingtonpost.es/2014/12/15/cesar-bona-nobel-profesores_n_6326438.html

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